La automatización de vehículos es un tema que se aborda en los últimos años, siendo la infraestructura y marco legal, los principales retos a superar. En este caso la tecnología ha podido llevar a cabo el desarrollo de autobuses y tractocamiones que se conducen por sí mismos pero aún no se confirma que sean seguros.
Los retos que tiene la industria fabricante de unidades de carga es la falta de un marco regulatorio, demostrar con datos, con experiencia que la tecnología es segura y que no pone en riesgo a la población.
Una de las grandes interrogantes es ¿quién sería el responsable en caso de un percance, como un atropellamiento? Esto debido a que las condiciones necesarias de infraestructura en México no están presentes en la mayor parte del país.
Es así como la infraestructura es un reto muy grande, pues hace falta modernizar los caminos e incluso tener cosas tan básicas como líneas pintadas, señalamientos estandarizados, que no solo benefician a la automatización, sino a la población en general. También falta tender Fibra Óptica en toda la red principal y avanzar en la implantación de ITS para una óptima gestión de la operación carretera.
Por otro lado, en el debate también se contempla las fuentes de empleo, ¿habría desempleo por la automatización de unidades? Los expertos mencionan que se crearía un nuevo ecosistema, en el cual se buscaría también cambiar la cultura y hacer entender que no se reemplazaría al operador del vehículo sino que se dignificarían sus funciones, enfocándose en actividades como la entrega, la coordinación de la carga y descarga, entre otras.
Empresas como Daimler Trucks y Kenworth, ya cuentan con sistemas semiautomatizados y avances en el tema, y aseguran que aún es difícil saber cuándo podría ser una realidad masificada.