Como parte del plan económico de Alemania para poner en orden su economía debido a los estragos por la pandemia de COVID-19, incluyó un incentivo mayor para las compras de vehículos eléctricos y una nueva regla en la que indica que todas las estaciones de servicio deben tener puntos de recarga.
El país quiere expandir la infraestructura de carga EV rápidamente para poner en marcha la propiedad de vehículos eléctricos, que actualmente representa menos del 2 por ciento en Alemania, asimismo invertirá en la producción de baterías.
Su objetivo será hacer más deseable la compra de un vehículo eléctrico a través de la expansión y accesibilidad de la red de carga, visualizando que en un futuro próximo el ciudadano pueda recargar su unidad en el mismo lugar donde actualmente dispensan gasolina.
El país también quiere intensificar la expansión de la infraestructura de carga de vehículos eléctricos a lugares a los que va la gente, incluidas las guarderías, hospitales y sitios deportivos. También investigará si las compañías petroleras podrán instalar estaciones rápidamente como medida de descarbonización.
Como complemento el plan incluye un subsidio mayor para la compra de un EV en el lado del vehículo. En lugar de ofrecer subsidios para todas las compras de vehículos, el plan ha duplicado el subsidio de $3,375 a $6,750 para vehículos eléctricos con un precio inferior a $45,000.
En general, Alemania ha reservado $2.8 mil millones para una infraestructura de carga y producción de celdas de batería. El país está presionando mucho, no solo para atraer a más ciudadanos a los vehículos eléctricos, sino también para ser parte de la infraestructura de fabricación que se beneficiaría de ese movimiento.
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